Francisco Altarejos Masota es Lic. en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid (1972) y Dr. en Filosofía por la Universidad de Navarra (1980). Fue Director del Departamento de Pedagogía Fundamental desde el año 1984 hasta el año 1992; Vicedecano y Director de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras en el período 1984-92. Director del Programa de Doctorado en Educación desde 2002 y hasta la actualidad.

Entre sus obras encontramos Educación y felicidad (1983), Dimensión Ética de la Educación (1999), Práctica Docente, coautor con. J. A. Ibanez-Martin, J. A. Jordan y G. Jover (1998),), Tres reflexiones sobre sectas, coautor junto con A. Polaino Lorente y E. López Escobar (1999), Filosofía dela Educación coautor con C. Naval Duran (2000), Pensar la sociedad coautor con A. Rodríguez Sedanoy C.Parra (2001), Retos educativos de la globalización coautor con A. Rodríguez Sedano y J. Fontrodona (2003), Retos de la educación social coautor junto con A. Rodríguez, A. Bernal y C. Urpau (2005).

Destacado investigador de la Universidad de Navarra. Se destaca por sus investigaciones en el área familiar, educativa y ética. Algunas de sus publicaciones en revistas, son:

Algunas de sus obras:

Joan Fontrodona Felip es Profesor Ordinario y director del Departamento de Ética Empresarial, y director académico del IESE Center for Business in Society. Es doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra y MBA por el IESE.

Algunas de sus obras:

La era de la globalización demanda cambios en la sociedad. La globalización se percibe como algo negativo que se debe evitar. Sin embargo, con el conocimiento necesario podemos convertir este fenómeno en algo útil para el desarrollo humano. Esto despierta la necesidad de ser más reflexivos y críticos con respecto a los cambios por la globalización. La educación es clave para alcanzar este objetivo siempre y cuando exista una guía ética en su contenido.

Un componente clave ante la globalización es el manejo de la información. La tecnología brinda la oportunidad de tener la información al alcance de todo, pero carece de criterios éticos. Uno de los problemas que esto trae es la cantidad de información que se maneja con respecto a la calidad de información que se debería tener. En este sentido, la mucha información desinforma de tal manera que quedan más dudas y queda entredicho la efectividad del medio para obtener la información.

La educación en el contexto globalizante demanda que las personas sean capaces de actuar acorde a principios éticos los cuales son el complemento de los conocimientos científicos. Esta demanda surge de la idea que el profesional no solo debe de ser formado en conocimientos científicos que ayuden al desarrollo de la sociedad, sino que el profesional debe ser formado en valores los cuales le ayudan a existir y coexistir en la sociedad.

La globalización ha cambiado la organización de la escuela y desde esta perspectiva se percibe a la persona como un producto y la escuela tiene una organización más empresarial.

La globalización promueve un consumismo desmesurado que envía un mensaje distorsionado con respecto al concepto de felicidad. En este sentido, las personas tienen la creencia que el tener más los hace más valiosos para las demás personas. Esta idea enfatiza la naturaleza material e ignora la naturaleza inmaterial del ser humano. Entonces, surge el dilema de si el tener más es mejor que el ser más. Los valores humanos juegan un papel muy importante y sirve como una herramienta en la toma de decisiones consientes ante los medios globalizadores. La formación en valores debe comenzar desde la infancia para que las incitaciones diversas de la globalización no influyan en la toma de decisiones. En este sentido se logra que la calidad de vida se busque desde una perspectiva más ética, reflexiva y libre.

La globalización promueve la cultura de los países y es intolerante frente al etnocentrismo. La identidad cultural de los diferentes países se promueve, es decir la globalización estimula la asimilación de aspectos propios de la cultura y la cultura de otros países, de esta forma no pierden su identidad. La globalización promueve la universalidad y la identidad como conceptos que se complementan a pesar de la desconfianza de las diferentes culturas. El progreso científico no tendría su espacio sin la apertura de los países al mundo globalizado. También en este sentido, la globalización promueve prácticas educativas que lleven al individuo a alejarse del egocentrismo y por el contrario se acerque más a ser más colaborador con su comunidad.

Además, la educación en el contexto de la globalización propone énfasis en la educación de la sensibilidad. En este sentido la belleza se impone sobre la utilidad, la educación incide en la afectividad. Las capacidades de apreciación y disfrute de la belleza tienen lugar. En consecuencia, a lo anterior, la educación se dirige a potenciar el estudio de las humanidades. Las ciencias no carecerán del sentido humanístico y se le dará más énfasis al entendimiento de las situaciones humanas.

En el contexto de la globalización, se considera a la persona como individuo por su valor productivo y científico, lo cual se basa en que el individuo es un ser de conocimiento. Bajo esta noción del individuo como un ser de conocimiento, el ser humano no se puede conocer así mismo, es decir, tiene una conciencia limitada. Sin embargo, el ser humano como persona tiene la capacidad de superar este límite, trascender.

La trascendencia humanase refiere a la capacidad de las personas de superar sus límites y conocerse así mismo. La trascendencia es la consideración del individuo como persona. La libertad ayuda a la persona a trascender, le ayuda a la persona a existir y coexistir. Una sociedad solidaria se entiende como una demanda y una oportunidad que proviene de la globalización, la cual se hace más efectiva con la oportunidad de dar y aceptar.

La educación promueve la identidad de las personas y en este sentido se promueven acciones que propicien acciones solidarias. Las virtudes sociales optimizan la educación para y en la solidaridad. Las virtudes sociales son la piedad, honor, observancia, obediencia, gratitud, vindicación, veracidad, afabilidad y la libertad. Estos elementos son propios de la educación en la solidaridad y promueven la libertad para la donación personal, desde el dar y aceptar.

La vida actual está regida por las características de la globalización y en este contexto es recomendable tomar conciencia a través de información clara y que estimula la acción para evitar ser sorprendidos ante los nuevos cambios sociales, económicos y políticos. Las sociedades actuales observan con detenimiento estos cambios y por ello surgen muchas preguntas y acciones que según cada sociedad se deben hacer para hacerle frente a los retos impuestos por la globalización. La educación tiene o juega un papel determinante ante esta situación.

Esta obra bibliográfica aporta ideas que sirven de guía a las sociedades para reforzar la identidad y poder actuar a favor de las propias ideologías o intereses. Ciertamente, la globalización consiste en valorar más los cambios económicos, los cuales por lo general no benefician a todos por igual, pero se debe tomar más en cuenta cómo afecta esto a los diferentes pueblos. Cuando existen cambios económicos a nivel mundial, siempre vienen acompañados de cambios sociales que afecta a los pueblos en diferentes maneras e intensidades. Es por esto que las sociedades actuales, deben saber actuar, en este contexto, a favor de sus ellos mismos y así apropiarse de los factores globalizantes que aporten aspectos positivos para las diferentes culturas.

Entonces la importancia radica en que la globalización es algo real que afecta a todo el mundo, algunos positivamente y a otro negativamente. Las sociedades actuales deben saber cómo superar ciertos retos económicos, sociales, políticos que en la mayoría de veces reducen a las sociedades a simples consumistas de lo que producen otras sociedades que si ha sabido superar los retos de la globalización. En este sentido la obra se vuelve una herramienta poderosa que permite la conciencia en el actuar como pueblo a favor del desarrollo de la sociedad.